Lo que es un tema algo peliagudo para unos, es necesario y extremadamente normal para otros. La menstruación afecta al 50% de la población mundial, pero parece haber una gran desinformación general, por no mencionar la falta de innovación al respecto.

Y es que las opciones que tienen las mujeres para tratar sus menstruaciones son casi las mismas que hace cien años. Bueno, al menos era así hasta hace poco. Grupos de hombres y mujeres han ido alzando la voz estos últimos años para derribar el tabú de la regla, y el resultado ha sido una nueva innovación en el ámbito de la moda sostenible.

Donde antes había tampones y compresas, sean de un solo uso, sean reutilizables, ahora encontramos, además de la famosa copa menstrual, ropa interior capaz de absorber la menstruación y el flujo vaginal de las mujeres.

Las primeras en adoptar este concepto fueron las braguitas de Thinx, diseñadas en Nueva York y fabricadas en Sri Lanka. Supusieron toda una revolución en el mercado de la ropa interior femenina, ya que, al contrario de lo que podía creerse en un principio, no eran nada parecidas a pañales o compresas; más bien, eran braguitas, culottes y tangas de aspecto normal, hechas de capas capaces de neutralizar los malos olores y de absorber hasta dos veces más que una compresa normal.

La ropa interior de Thinx, con su eficacia de absorción y sus cualidades antimicrobianas, desodorantes y anti-humedad, inspiraron la unión de innovación, funcionalidad y feminidad también en España, dando paso a Cocoro.

Cocoro, siguiendo el camino de Thinx, fabrica en la propia Barcelona braguitas absorbentes para la menstruación y el flujo vaginal. Es ropa interior hecha de la combinación de tres tejidos: algodón, para el contacto con la zona genital; un tejido técnico patentado, que es el que absorbe tu periodo, siendo antibacteriano y transpirable; y un tejido final exterior que hace de la prenda algo estético con lo que te sientas cómoda llevando.

El equipo detrás de Cocoro ya llevaba tiempo buscando soluciones para el día a día de las mujeres, en la cooperativa Femmefleur, que fue de las primeras en distribuir la copa menstrual en España.

Decía Laida Memba, una de las creadoras de Cocoro, en una entrevista con la revista digital Broadly Vice que todavía quedan muchos tabúes por romper en cuanto a la menstruación. “Creo que es importante que empecemos a naturalizar la menstruación y hablar de ella sin complejos o como si fuera algo de lo que es mejor no hablar. Además, durante todos estos años hemos avanzado en muchos aspectos, también tecnológicos, pero hay muy pocas iniciativas centradas en mejorar la relación de las mujeres con su menstruación”.

Además del aspecto social y funcional innovador, los proyectos de ropa menstrual como Thinx y Cocoro significan una importante reducción de impacto ecológico. Y es que en Europa se generan cada año, aproximadamente, unas 200 mil toneladas de residuos solamente de productos de higiene menstrual.

Las compresas y los tampones de usar y tirar generan tanto impacto como los vasos de café de un solo uso, y son utilizados cada mes por la mitad de la población. Apostando por alternativas como estas, pues, no solo reforzamos nuestra seguridad como mujeres y apostamos por la comodidad y la practicalidad, sino que también reducimos una cantidad enorme de residuos y ayudamos a cuidar del planeta.