En un mundo con recursos limitados, el paso hacia una economía circular parece que será la única salida para la subsistencia del planeta… pero es sin duda un reto complejo que aún estamos lejos de conseguir
El modelo económico en el que vivimos actualmente es el resultado del pensamiento de generaciones pasadas, quienes creían que los recursos naturales eran ilimitados y fáciles de obtener. Durante aquella época no se tenía conciencia de las graves consecuencias medioambientales que la economía lineal podría causar en el futuro, sólo se regían por un sistema simple e insostenible: producir, consumir y tirar.
Sin embargo, es ya evidente desde hace tiempo que este modelo es realmente dañino y que tiene los días contados en un mundo donde cada vez los recursos son más escasos.
En nuestras manos está analizar y reflexionar sobre los efectos de la economía lineal en el planeta y tomar acción para evolucionar hacia un modelo más sostenible y ético. Uno que permita que el ciclo de vida de los productos se extienda, reduciendo los residuos al mínimo y reciclando materiales y productos existentes.
La alternativa para cambiar el modelo lineal tradicional
La economía circular toma como inspiración el modelo cíclico de la naturaleza para basar su sistema, que consiste en utilizar la mayor cantidad de materiales biodegradables posibles para la fabricación de cualquier producto, posteriormente, al agotarse su vida útil, se encargará de recuperar, reciclar y regenerar sin causar daños medioambientales. De igual forma, apuesta por la reutilización de los recursos que por sus propiedades no pueden volver al medioambiente.
En una verdadera economía circular “los recursos se regeneran dentro del ciclo biológico o se recuperan y restauran gracias al ciclo técnico” – Fundación Ellen MacArthur
La organización Ellen MacArthur, que trabaja desde diferentes áreas para para acelerar la transición a una economía circular, explica que “dentro del ciclo biológico, distintos procesos permiten regenerar los materiales descartados, pese a la intervención humana o sin que esta sea necesaria”. Mientras que, con la suficiente energía disponible, en el ciclo técnico “la intervención humana recupera los distintos recursos y recrea el orden, dentro de la escala temporal que se plantee”.
La gran mayoría de las materias primas cruciales para la vida del ser humano son finitas, y a medida que la población mundial crece, la demanda también aumenta. Esto constituye uno de los problemas más preocupantes en la actualidad, ya que tienen importantes consecuencias medioambientales como el aumento del consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La economía circular, que es una medida restaurativa y regenerativa por definición, propone que un uso más inteligente de las materias primas puede reducir las emisiones contaminantes.
¿Realmente es posible implementar un modelo económico circular?
Desde las grandes oportunidades económicas que brinda hasta los efectos positivos que ofrece para la sociedad y el medio ambiente, no hay duda de que el modelo económico circular es una alternativa sumamente favorable para el futuro. Los motivos para cambiar el sistema económico lineal actual están más que fundamentados, son numerosos los ejemplos prácticos que ofrecen los expertos en el tema de sostenibilidad que abogan por un nuevo modelo económico.
La aplicación real de este modelo requiere enfrentarse a algunos desafíos importantes, ya que implementar un nuevo sistema significa nuevas formas de diseño, de producción y de consumo
En estos momentos, a pesar de que implementar un modelo de economía circular es posible, la transición hacia el mismo se enfrenta a dificultades para crecer, debido a la falta de mecanismos políticos concretos que apoyen y estimulen la transformación. Para lograr el cambio total hacia este nuevo modelo económico se necesitará además que el sistema educativo promueva la concienciación, el uso responsable de recursos y la generación de nuevos perfiles profesionales. Asimismo, la innovación debe ser otro elemento clave para lograr la transición, ya que será necesario contar con nuevas tecnologías, procesos, servicios y modelos empresariales.
Aún así, son muchas las personas, empresas y organizaciones a nivel mundial que están adaptándose a las nuevas tendencias sostenibles y esto supone un cambio importante que poco a poco hará evolucionar las formas de producción, consumo y deshecho hacia este futuro más sostenible.
Ojalá estos cambios fueran mucho más rápidos y desde los gobiernos se apoyara con más fuerza, pero si algo queda evidenciado es que el cambio ha empezado y el paso hacia una economía más sostenible y circular cada vez más forma parte de nuestras vidas dejando de ser una mera utopía.
Fotos: Pexels
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