Exploramos el miedo con esta secuencia de vinyasa flow, seguida de una meditación guiada.
Sentir miedo es algo inherente al ser humano. Es parte de nuestra naturaleza y nuestro espíritu de supervivencia. Sin embargo, si no somos capaces de controlarlo, puede llegar a controlar nuestra vida y no dejarnos disfrutar de nuestro gran potencial.
Esta práctica de yoga y meditación, está enfocada precisamente a entender mejor esta emoción que todos sentimos cada día (a mayor o menor escala) y cómo utilizarla para avanzar en nuestro crecimiento personal.
Dentro del video encontrarás en el minuto 22:08 la práctica de meditación guiada de 10 minutos. Aquí te dejo además el script del ejercicio de meditación para que puedas leerlo y hacerlo a tu ritmo si lo prefieres:
- Nos posicionamos en SUKHASANA (postura fácil), con piernas cruzadas.
- Vamos a colocar un cojín debajo de las caderas para conseguir que las caderas se queden a más altura que las rodillas. Esto es importante porque a su vez hace que la espalda la tengamos más recta. Y queremos que así sea para conseguir que el aire en nuestras respiraciones fluya mucho mejor por nuestro cuerpo. Hombros separados del cuello, llévalos hacia abajo y hacia atrás levemente – nota como se abre el pecho.
- Coloca las manos en las rodillas. INHALA por la nariz y EXHALA lentamente por la boca. Cierra los ojos. Pon tu atención en la respiración. Siente como el aire entra y sale de tu cuerpo. Qué sonido hace al entrar por tu nariz y salir por la boca. Escucha el sonido del aire atentamente. (3 RESPIRACIONES)
- Ahora vamos a seguir con las respiraciones pero vamos a focalizarnos en el espacio que hay entre la inhalación y la exhalación. Según como ese espacio sea de grande así de calmados nos sentimos.
- Vamos a INHALAR por la nariz, aguantar 2 segundos el aire dentro y EXHALAR por la boca. Nos quedamos aquí por 4 segundos y volvemos a INHALAR (repitiendo la secuencia completa de nuevo varias veces). (3 RESPIRACIONES)
- Volvemos la respiración normal pero manteniendo esta calma que hemos generado en nuestro cuerpo y siendo conscientes de cada inhalación y exhalación.
- Visualiza delante de ti un gran lienzo en blanco. Comienza a darle pinceladas y dibuja ahí mismo claramente aquello que te hace sentir miedo. – Personas, situaciones, cosas… lo que sea que te venga primero a la mente y que te de miedo. (1 minuto)
- ¿A qué le temes? Mira el lienzo detenidamente y ponle un nombre a esa imagen que acabas de crear. Un nombre que lo identifique: “soledad”, “muerte”, “incertidumbre”, “enfermedad”, “hambre”, “pobreza”, “violencia”, “escasez”,…. Encuentra qué palabra define esa imagen que has dibujado. (2 minutos)
- Ahora visualiza cómo entras en ese lienzo, cómo te sumerges en esa imagen y cómo de repente estás dentro de esa realidad que has dibujado. Siente vívidamente la sensación de miedo que te provoca esa persona, esa situación, esa cosa,…. Siéntelo como si estuvieras ahí mismo.
- Y mientras lo sientes, no te adentres en el miedo, solo obsérvalo. Observa cómo actúa en tu cuerpo. ¿Lo sientes en tu pecho? ¿En tu estómago? ¿se te acelera la respiración? ¿notas tu corazón latir más rápido?…. Siente y observa qué sensaciones emergen de tu cuerpo al sentir el miedo. (2 minutos)
- Ahora siente cómo tu cuerpo se aleja de ese miedo, y vuelve a ver esa imagen que creaste en el lienzo. Desde esa posición, sigue observando el miedo. Pero ahora sintiéndote en total control. Repite con cada exhalación la palabra que has encontrado para definir a ese miedo. Y observa cómo en cada repetición la imagen del lienzo se va diluyendo, va poco a poco desapareciendo. (2 minutos)
- Se nos ha programado para entender el miedo como algo malo, como algo negativo. Pero debemos entender que el miedo es algo natural. Es innato a nuestro ser. Es necesario para nuestra propia supervivencia. Sin él, moriríamos.
- Una vez nos hemos hecho conscientes del miedo debemos empezar a ver su lado positivo. Es una emoción que te va a permitir despertar esa valentía y coraje para poder avanzar y poder crecer, si sabes entender bien lo que te está diciendo. Y para saber qué te está diciendo, hay que parar y escuchar. Escuchar dentro de nosotros.
- Entendiendo el miedo y asumiendo que va a estar presente cada día de nuestra vida te servirá de impulso, será tu válvula para ser más fuerte y sobre todo más inteligente.
- El miedo tiene muchas caras y podemos relacionarlo con infinidad de situaciones. De hecho, nosotros con nuestra mente tenemos la gran capacidad de imaginarlo, y hacerlo tan real o grande como queramos… convirtiéndonos sin darnos cuenta en su esclavo. Convirtiéndonos en presos de esta emoción, y viviendo nuestra vida en una eterna ansiedad, inseguridad y angustia.
- Coloca tu mano derecha en el estómago y tu mano izquierda en el corazón. Vuelve tu atención ahora a tu cuerpo. A la sensación de calma en tu cuerpo en cada inhalación y exhalación.
- Siéntete fuerte y en control. La vida está llena de pruebas y retos, y sorpresas que nos harán sentir más vivos. Esto es la vida, un camino que no conocemos y lleno de sorpresas. Toma el control y simplemente abraza cada situación que venga sin ponerle etiquetas de bueno o malo. Simplemente son situaciones que nos permitirán vivir el presente, valorarlo y vivirlo al máximo.
- Estás en control. Recuérdalo. Tienes la absoluta libertad de tomar cada uno de tus miedos y convertirlos en retos que te hacen ser cada vez más fuerte.
- Lleva tus manos a posición de rezo con las palmas juntas y los dedos pulgares tocando el pecho. Baja la barbilla hasta rozar las puntas de los dedos.
- Y desde aquí da la bienvenida a todo aquello que te espera y agradece el camino recorrido hasta aquí.
- NAMASTÉ.
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