¿Se puede vestir sostenible sin gastar mucho dinero? La respuesta es que “Sí, se puede”. Con estos 6 consejos te ayudamos a conseguirlo.

Evidentemente cuando hablamos de low-cost y sostenibilidad, son dos conceptos que de primeras aparecen totalmente opuestos, sobre todo si el low-cost viene de la mano de prendas ofrecidas en los grandes escaparates de las tiendas de fast-fashion. Sin embargo, tampoco es cierto del todo que para vestir sostenible haga falta gastar mucho dinero, de hecho existen muchas opciones disponibles para realizar un consumo de moda más responsabley con el que se puede ayudar a generar una industria textil más sostenible sin necesidad de realizar una gran inversión. Por ello, con este post de hoy queremos mostrarte las posibilidades que existen para vestir sostenible desmontando precisamente el mito extendido de que vestir de forma sostenible es caro y restrictivo para aquellos cuyos presupuestos son más ajustados. Aquí van 6 consejos:

1. Consumir menos y hacerlo durar más. El primer punto que hay que tener claro cuando se decide hacer el cambio hacia un consumo de ropa más sostenible, es deshacerse de necesidades creadas y simplificar al máximo. Me explico. Seguro que si miras en tu armario tienes montañas de ropa que solo te has puesto alguna vez, y sin embargo sientes la necesidad de salir a comprar algo nuevo. En realidad, en una gran parte de los casos lo hacemos por pura inercia… cuando en realidad, si nos lanzáramos la pregunta “¿realmente necesito más ropa?” y nos respondiéramos de forma sincera, sabríamos que no nos hace falta comprar más y que con todo lo que ya tenemos podemos encontrar looks nuevos.

Una técnica muy interesante para hacer una buena selección de las prendas que ya tienes y conseguir nuevos outfits, es poner en práctica el llamado proyecto 333, que consiste en seleccionar 33 prendas para llevar durante 3 meses. Un ejercicio difícil al principio pero que ayuda, y mucho, a simplificar en tu vida diaria y elegir aquello que realmente es necesario. Te animo a probarlo.

2. Intercambiar. Siempre va bien hacer una limpieza de armario seleccionando aquellas prendas que aún puedes ponerte y descartando aquellas que ya no te sirven, no te gustan, etc. pero, ¿y si en lugar de lanzarlas a un contenedor de ropa usada… puedes aprovechar la ocasión para participar en eventos en los que se intercambia ropa o montar con tus amigas una quedada para intercambiar prendas? Además de pasarlo genial compartiendo un momento de charlas y risas, seguro que sales de allí con más de una prenda que te encanta y ¡gratis!

3. Segunda mano. Si aún viendo todo lo que tienes en tu armario o realizando intercambios, necesitas alguna prenda específica, las tiendas de segunda mano como Oxfam, Humana, Koopera, etc. pueden ser lugares perfectos para lanzarte a la búsqueda de ropa en buen estado y a la que se le está dando una segunda vida. De hecho, si estás decidida a subirte al carro de la sostenibilidad no debes olvidar eso de que “no hay nada más sostenible que algo que ya existe”. Así que no te sientas mal si vas a comprar ropa de segunda mano y acabas con un par de pantalones de Zara o H&M por ejemplo. Más bien piensa que, al menos, esas prendas que han sido hechas de forma muy poco sostenible (a costa de explotar recursos naturales y humanos) hubieran terminado en un vertedero al ser desechadas y, sin embargo, tú puedas ayudar a alargar su ciclo de vida.

4. Alquilar. ¿Qué te parecería alquilar looks diferentes cada semana? Aunque es cierto que en España aún no existe una gran oferta en este forma de consumir moda (más bien se limita a vestidos y complementos de fiesta, boda, etc.) en Europa poco a poco se ven iniciativas que luchan por ir extendiendo esta forma de consumo que huye del modelo lineal sobre el que asienta la industria textil en general basada en el “producir, usar y tirar” para cambiar el panorama hacia un modelo circular. Esto es lo que pretenden marcas como Mud Jeans, que ofrecen alquiler de vaqueros, que a la larga se pueden terminar comprando o devolviéndolos. Además, cuando los vaqueros ya están muy viejos, ellos se encargan de reciclarlos para convertirlos en otro par de vaqueros.

5. Upcycling. Apuesta por la creatividad y antes de deshacerte de tu ropa piensa en cómo podrías reconvertirla en otra prenda o complemento que pueda resultarte de utilidad. ¿Cómo puedes hacerlo? Si no eres una experta en el arte de coser, puedes acudir a modistas locales o a las tiendas de tu barrio donde hacen arreglos (de esta forma estarás también ayudando a la economía local de tu población y eso también es apostar por la sostenibilidad), e incluso puedes apostar por iniciativas como Re-wart de la marca española Vesica Piscis Footwear, para convertir tus pantalones, camisas, faldas, etc. en un bolso o unos zapatos.

6. Comprar moda sostenible. Si después de valorar todas las opciones anteriores, lo que te interesa es comprar prendas de ropa nuevas, invierte siempre que puedas en moda sostenible. Existen multitud de marcas cuyos precios son muy asequibles y ofrecen prendas que están hechas para ser atemporales y muy duraderas, con lo cual, pagar un poco más por esa prenda, se acabará convirtiendo siempre en un ahorro a largo plazo. Y es que, ya sabes lo que dicen “lo barato siempre sale caro”. Además, si adquieres moda sostenible estarás apostando por un cambio real en la industria textil. Una industria transparente en la que se respeten los derechos de los trabajadores, el medio ambiente, los animales, y en la que se ponga en valor una forma de producir basada en la ética y la responsabilidad como pilares fundamentales.

Creemos que vivir de forma sostenible no debería ser tan complicado.

Te ayudamos a encontrar las mejores opciones para una compra responsable.